7 DE DICIEMBRE DE 2008

SIGUE ESPERANDO 
LA IGLESIA DE GUERGUITIAIN

Texto: Fernando Hualde



            La iglesia de la localidad de Guerguitiain, en el valle de Izagaondoa, se nos perfila como una de las joyas del románico rural en Navarra. Su estado de abandono y deterioro piden a gritos una intervención que no acaba de llegar.

Para bien o para mal, que siempre ha de ser para bien, el pasado le dotó a Navarra de una riqueza en arte y arquitectura románica que en muchas ocasiones da la sensación de que no nos la merecemos. Y una vez más, para sostener esta afirmación, tengo que poner el doloroso ejemplo de la iglesia del despoblado de Guerguitiain, en el valle de Izagaondoa.
Era el 12 de junio de 2006 cuando en esta sección semanal llamábamos la atención sobre el valor arquitectónico de este templo dentro de lo que se denomina el románico rural, a la vez que desde aquí se daba la voz de alarma sobre su estado de abandono y de deterioro. Se explicaba entonces, y se mostraba gráficamente, el problema que estaba generando la grieta que se iba abriendo en el ábside (no hay que olvidar que esta iglesia tiene la rareza arquitectónica de carecer de contrafuertes), y se explicaba también la urgencia de reparar el agujero que había en el tejado, junto a la espadaña, derivado del hecho de que quien quitó la campana de esa espadaña lo hizo lanzándola al tejado, perforando así la cubierta, el coro, y el suelo de la iglesia de San Martín. La lógica dice que estos agujeros, lejos de cerrarse solos, se van haciendo cada vez más grandes a causa del agua, acelerando así el progresivo deterioro de la cubierta, y en consecuencia el del interior del templo.
Una reparación a tiempo de esa grieta del ábside y de ese agujero que hay en la cubierta, además de no ser económicamente caro, garantiza la conservación del edificio durante muchos años más. Por el contrario, cualquier demora en esta intervención, para lo único que sirve es para encarecer la obra a realizar. Y estamos perdiendo demasiado tiempo.
El valor artístico y arquitectónico de la iglesia de San Martín de Guerguitiain es incuestionable, y además es excepcional; la huella de Petrus, el maestro cantero que dejó su firma en uno de los capiteles, es un legado de alto valor que lleva allí mas de ocho siglos porque en todo ese tiempo nunca ha faltado alguien que cuidase y mimase esa joya. No sería entendible, ahora que estamos en pleno siglo XXI, en la época de las sensibilidades artísticas, que la administración provincial demore por más tiempo cualquier decisión sobre la intervención a realizar. No, no se trata en absoluto de hacer de esta iglesia un arma arrojadiza contra nadie, eso sería lo fácil, y no es momento de jugar a demagogias ni de repartir culpas políticas; esto es mucho más serio. Solo se pide, apelando a la responsabilidad y a la obligación moral de conservar nuestro patrimonio, que se dé prioridad, con carácter de urgencia, a la restauración arquitectónica de todo un monumento del románico rural, que además lo está pidiendo a gritos. Cada año que pasa va a costar más dinero.
Con muy buen criterio la Asociación de Amigos del Románico tomó cartas en el asunto y presentó para la iglesia de Guerguitiain la solicitud de declaración de Bien de Interés Cultural, contando para ello con el respaldo del Ayuntamiento del valle de Izagaondoa y el de los propios vecinos, que masivamente plasmaron su firma en aquella solicitud. A Guerguitiain, gestionadas desde Artaiz, llegan también visitas guiadas de grupos de turistas interesados en el arte románico. Y todo parece indicar que este mismo mes, antes de que acabe el año, la comisión de cultura del Parlamento de Navarra va a visitar esta iglesia; es de desear que este sea el primer paso para que en un futuro, a corto plazo, veamos a este edificio debidamente restaurado; es aquí donde la clase política tiene la oportunidad de demostrar que sus actuaciones no esconden el interés de una rentabilidad electoral, sino que lo que buscan es el bien común, el interés general, y en este caso concreto, la protección, recuperación y conservación de una pequeña joya del patrimonio navarro. Mientras tanto, la iglesia de Guerguitiain sigue esperando.


No hay comentarios:

Publicar un comentario