8 DE DICIEMBRE DE 2002

ZARAITZUKO HIZTEGIA

Texto: Fernando Hualde


         Un diccionario sobre el euskera del Valle de Salazar (Zaraitzuera – Euskara batua / Euskara batua – Zaraitzuera) obra del escritor e investigador Aitor Arana vio la luz el pasado año aportando al patrimonio cultural salacenco la recuperación de unos seis mil vocablos del vascuence de este valle del Pirineo navarro.
         Los textos escritos desde el siglo XVIII hasta los años setenta del siglo XX, y las aportaciones y testimonios vivos de los últimos salacencos que todavía conocen esta lengua, especialmente Antonia García, de Ezcároz, son las fuentes documentales sobre las que se soporta esta valiosa obra.


         Tengo la completa seguridad que habrán sido numerosos los lectores que al leer el titular de este reportaje daban por hecho que estaban ante la colaboración dominical del escritor e investigador Joxemiel Bidador. Lamentablemente no es así. Este joven articulista que durante los últimos años, y hasta el pasado domingo, nos ha deleitado a todos, puntual y fielmente, con sus profundos conocimientos sobre Navarra, sobre la cultura vasca, y de manera muy especial sobre los escritores euskaldunes navarros, se ha tomado un respiro, forzado por sus compromisos laborales, y nos va a castigar a quienes hemos sido sus incondicionales lectores con unos meses de ausencia en esta cita de los domingos.
         Y aprovecho, si se me permite, para agradecer a la dirección de este rotativo la confianza que han depositado en mí al encargarme la difícil encomienda de sustituir –desde mi estilo- o de dar continuidad a la obra periodística de Joxemiel Bidador, cuyo listón se me antoja inalcanzable.


Zaraitzuko hiztegia


         Se imponía, por tanto, debutar en esta cita dominical con un reportaje de transición, muy al estilo de mi predecesor en cuanto a temática, y que va a servir en este caso para acercarnos a una parcela muy importante del patrimonio cultural del Valle de Salazar y de los salacencos, a uno de sus más preciados tesoros, hilo conductor durante siglos de la rica historia de este valle, como lo es el zaraitzuera, o vascuence salacenco.

         Aitor Arana, escritor, traductor, e investigador, y buen lingüísta, tomó hace unos años la iniciativa de profundizar en sus investigaciones en el nada fácil entorno lingüistico del dialecto salacenco.
         Atraído inicialmente por el uskara roncalés, entendió enseguida que la lengua salacenca tenía una ventaja sobre la roncalesa, y es que en el Salazar todavía podía encontrar a algunos euskaltzales que servirían para facilitar enormemente su labor, mientras que en el Roncal el uskara, y quienes se comunicaron con él, había quedado definitivamente extinguido; y por si esto no fuera suficiente se daba la gozosa circunstancia de que el uskara roncalés había tenido el privilegio de ser minuciosamente estudiado durante setenta y cinco años por Bernardo Estornés Lasa, y por sus hermanos Mariano y José, quedando plasmada toda esta magna obra de investigación en un extenso “Diccionario español – uskara roncalés” que salió a la luz a finales de 1997; labor esta a la que había que añadir los numerosos estudios de otros expertos como Koldo Mitxelena, Juan San Martín, José Mª Satrústegui, o Koldo Artola, en los últimos años; o con anterioridad los realizados por Bonaparte, Resurrección Mª Azkue, Prudencio Hualde, o Mariano Mendigacha, por poner tan sólo algunos ejemplos.

         Todo ello fue decisivo para que Aitor Arana se inclinase finalmente por centrar sus investigaciones en la lengua del Valle de Salazar, y no es que ésta estuviese exenta de importantes aportaciones de algunos de los lingüistas mencionados, pero ciertamente urgía intervenir sobre este dialecto y explotar al máximo la ventaja de que todavía hoy viven algunos euskaltzales salacencos dotados de plenas facultades, conocimientos, paciencia con el investigador, ganas de transmitir, y plena consciencia de que son los últimos depositarios de un tesoro lingüistico que se nos va. En este empeño le animó también el filólogo Iñaki Camino, quien ya ha trabajado este dialecto y que hoy está centrado en recuperar el aezkera del vecino Valle de Aezkoa.


La ayuda de Antonia García


         Se enfrentaba, por lo tanto, Aitor Arana a una obra de titanes, difícil y meritoria para cualquier investigador, y sabedor de que se requerían muchas horas de trabajo de campo ante personas mayores a las que podía llegar a agotar con sus cientos de preguntas. Pero lo cierto, y es importante decirlo, es que esa última generación de euskaldunes salacencos supieron entender a la primera la necesidad y la urgencia de este trabajo, y colaboraron con Aitor Arana con orgullo y con la ilusión suficiente hasta aportarle un material abundante, y de calidad, que es el que ha quedado ahora plasmado en este diccionario.
         No sería justo dedicarle este trabajo al diccionario salacenco sin mencionar específicamente la aportación de Antonia García Loperena, de Ezcároz, quien demostró en todo momento un elevado conocimiento del vascuence salacenco, una perfecta calidad fonética en lo que a pronunciación y entonación se refiere, y que además contaba con la ventaja de haber estado varias décadas sin hablar el vascuence, lo que permitía ahora mostrarlo en su estado puro, sin contaminar por el batua ni por otras variedades dialectales de otros valles del entorno. Aitor Arana destacaba en una entrevista concedida a la revista “Mendixut” el hecho positivo de que le había animado muchísimo la buena disposición que mostró Antonia García a la hora de colaborar con él “llevando a cabo un trabajo tan pesado, con largas sesiones que exigían una atención y concentración intensa; tengo hacia ella una profunda estima y siempre agradeceré su constancia en esta tarea”.
         En este mismo sentido tampoco hay que omitir las aportaciones de otros salacencos entre los que destacan Zoilo Moso, Federico y Ciriaco Garralda, Pedro José Samper, o el entusiasta Trinidad Hualde.

         Además del testimonio oral de Antonia García y las aportaciones de otros vecinos del valle Aitor Arana  utilizó otra importante fuente a la hora de elaborar este trabajo; se trata de las recopilaciones y textos escritos que se conservan desde el siglo XVIII hasta los años setenta del pasado siglo XX. Estamos ante un conjunto de textos que en su día fueron recopilados y trabajados por Bonaparte, Azkue, Mitxelena, Intza, Estornés, Dionisia Garate, Iñaki Camino, o José Mª Satrustegui, por poner tan sólo algunos ejemplos.


Libro de texto


         Este diccionario salacenco, publicado en el verano de 2001, se ha visto este año complementado, por obra y gracia del mismo autor, con un libro de texto, “Zaraitzuera ikasteko liburua”, en el que a lo largo de treinta lecciones puede el alumno acercarse a la realidad de lo que fue el zaraitzuera o vascuence salacenco.

         Estamos ante un trabajo y una obra editorial muy oportuna. Hay que reconocerle a Aitor Arana, y agradecérselo, la visión que tuvo a la hora de centrar su trabajo y sus investigaciones en esta variedad dialectal que todavía permitía una intervención de este tipo. Mañana puede ser tarde; y él no esperó a mañana sino que llegó, trabajó, y publicó; y el resultado está allí. Esto si que es un trabajo práctico, etnología de rescate pura y dura. Creo recoger el sentimiento agradecido de todos los salacencos ante esta obra de recuperación del patrimonio cultural del Valle de Salazar, y con todos ellos proclamo: eskerrik anitz, Aitor.






FICHA TÉCNICA

Título: “Zaraitzuko Hiztegia”

Autor: Aitor Arana

Edición: Gobierno de Navarra y la Editorial Hiria

Características: El diccionario está escrito en euskera. Está dividido en dos apartados y una introducción. La primera parte es zaraitzuera – euskara batua en la que se recogen unas 6000 palabras, se da información sobre las distintas fuentes en que se documentan esas palabras y, en algunos casos, se aportan ejemplos contextualizados de su uso. La segunda parte son entradas en batua con sus correspondientes traducciones al zaraitzuera.

Nº de páginas: 405 páginas


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