PATRIMONIO ORAL DE NAVARRA
UN ARCHIVO QUE MERECE LA PENA
Texto: Fernando Hualde
El Archivo del Patrimonio Oral de Navarra sigue su curso. Es ahora mismo la iniciativa cultural más importante que se está desarrollando en Navarra; urge la implicación de las instituciones.
En esta misma sección he abordado en varias ocasiones la actualidad y la evolución de los trabajos que poco a poco se están haciendo en Navarra para crear un Archivo del Patrimonio Oral de esta tierra. Una vez más vuelvo a insistir en este tema, y con toda seguridad no será la última vez que lo haga, pues bueno es que vayamos tomando conciencia de ello. Ahora mismo, sin ninguna duda, este trabajo es el más importante de cuantos a nivel cultural y patrimonial se están haciendo en Navarra; y es fundamental que a nivel institucional se entienda así; me estoy refiriendo a las instituciones locales y provinciales.
Necesidad
Valle a valle, pueblo a pueblo, y en algunos casos casa a casa, se está haciendo un esfuerzo realmente importante por recoger los recuerdos y la memoria de nuestros ancianos, testigos de unas formas de vida que ya se extinguieron. Son ya cerca del medio millar las entrevistas grabadas que se han realizado, principalmente en el norte de Navarra, pero la tarea que queda por hacer es todavía inmensa, y lo peor de todo es que se trabaja a contrarreloj, tratando de arrancarle al pasado una parte de su memoria, que es a su vez el bien patrimonial más preciado que tenemos.
Una iglesia, un palacio, un documento…, son elementos que, con todo lo importantes que son, es previsible que dentro de unas décadas seguirán allí, donde ahora están. Un anciano, con toda la sabiduría popular que atesora, con toda su experiencia de vida, con todo el valor de su testimonio…, con toda seguridad dentro de unas décadas ya no lo vamos a tener aquí para preguntarle; los ancianos se nos van, es ley de vida, y cada uno que se nos va pasa a ser un archivo irrecuperable. Obsérvese que he hablado de casi medio millar de entrevistas grabadas en vídeo que se han hecho hasta ahora, y de todas ellas nos encontramos ahora mismo con un porcentaje considerable que ya no se podrían hacer; han fallecido, como era de prever, muchos de los entrevistados.
Es por ello que sería bueno que las instituciones no se lo piensen mucho; nuestros mayores no esperan. Y bueno sería también que aquél ayuntamiento que tenga alguna duda se ponga en contacto con aquellos otros que ya lo han hecho o lo están haciendo. Basta con ver cómo, aquellos ayuntamientos que en su día hicieron su apuesta por esta iniciativa, ahora quieren más; han entendido, ante los resultados obtenidos, que esa es la mejor inversión económica que en este momento se puede hacer.
El Archivo del Patrimonio Oral de Navarra es ya imparable, pero también hay que decir, con toda claridad, que no es entendible que las instituciones provinciales de Navarra de momento se estén quedando fuera, tanto más cuando otras instituciones –universitarias, culturales y financieras-, así como decenas de ayuntamientos, concejos, y juntas de valle, se están implicando al máximo en este proyecto.
Metodología
La realización de estas entrevistas se está haciendo en base a unos criterios etnográficos y antropológicos, siguiendo en todo momento una metodología y unas pautas que son las que garantizan el éxito de esta labor. Así pues, las entrevistas se graban en vídeo; la grabación es de una gran calidad; son entrevistas adaptadas y adecuadas a cada informante en función de lo que ha sido su vida y el espacio en el que esta se ha desarrollado; cada entrevista es trabajada posteriormente para extraer de ella, tema por tema, toda la información que aporta; cada informante firma una autorización para que su grabación pueda ser empleada con fines de investigación y divulgación, nunca con fines lucrativos; los entrevistadores son personas con amplios conocimientos de la zona y de los temas etnográficos a abordar; las imágenes y el sonido tienen posteriormente un tratamiento que va desde la depuración de sonidos y la selección de todo lo etnográficamente interesante, hasta su incorporación en una gran base de datos que en un futuro, a coro plazo, será accesible en internet.
Y así podríamos ir recreándonos en todas y cada una de las cualidades de este trabajo que se está haciendo. Pero lo que aquí pretendo es mostrar que estamos ante un trabajo serio, bien hecho, con unos criterios, con una metodología, con profesionalidad, y tremendamente útil.
Buenos son todos los trabajos similares que se hayan hecho con anterioridad, la mayoría de ellos suelen ser grabaciones exclusivamente en audio, pero en muchos casos pierden fuerza y efectividad al quedar fuera de los parámetros ahora establecidos, que sin duda garantizan una accesibilidad, una mayor efectividad –por la metodología aplicada-, y la posibilidad de situar este trabajo dentro de un contexto mucho más amplio que permite los estudios comparativos.
La realidad, gozosa realidad, es que el Archivo del Patrimonio Oral de Navarra está ya tomando cuerpo. Medio millar de entrevistas es algo importante, todo eso que ha sido grabado ya no se pierde, y además va a ser útil. Los testimonios de esas quinientas entrevistas tienen ya un valor que es incalculable, y será el paso del tiempo quien nos lleve en un futuro a darnos cuenta de ello. Buena parte de las entrevistas realizadas hasta ahora, hoy ya no se podrían hacer. Y esto es lo que nos tiene que mover, esto es lo que nos tiene que convencer de que estamos ante un esfuerzo y un trabajo que, o se hace ya o no se hace, que no puede esperar a que un día los presupuestos municipales sean más favorables.
La otra realidad es que quedan miles de entrevistas por hacer, que cuanto antes se hagan es mejor, que es necesario que el Gobierno de Navarra y los Ayuntamientos se impliquen al máximo.
Sépase, por tanto, que bien la Universidad Pública de Navarra, o bien la Fundación Eusko Kultur –que es quien está haciendo la labor de campo-, van a ser quien llamen a la puerta de cada ayuntamiento para presentarles la posibilidad y la oportunidad de recoger el patrimonio oral en esos municipios. Ahora, y no más tarde, es el momento de hacer una apuesta importante por el patrimonio oral; ahora, y no más tarde, es el momento de garantizar que el recuerdo de nuestros mayores sobre formas de vida ya pasadas, sobre costumbres, sobre tradiciones, juegos, canciones…, que todo ello quede definitivamente salvaguardado, contado directo por quienes fueron protagonistas de aquello. Esta es, ahora mismo, por mucha crisis que haya, la mejor inversión que se puede hacer. El tiempo apremia.
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