HISTORIAS DE MIL AÑOS
Texto: Fernando Hualde
Castillo de Mauleón, en la tierra de Sola |
A la historia de Navarra, principalmente a la historia militar, aporta
Jesús Javier Corpas interesantes datos de su linaje familiar, desde el año 1000
hasta los tiempos actuales, en un libro recientemente publicado.
Hace escasas semanas ha salido al
mercado un libro curioso, un libro que a más de uno lo último que le va a
generar es indiferencia, políticamente incorrecto tal vez para algunos, otros
lo han de ver con muchas lagunas, y sin embargo, pese a algún error histórico
que, a modo de gazapo, llega a ocultarse entre toda esa amplia base de datos
que exhibe, hay que reconocerle a esta obra su aportación a la historia, a la
compleja historia de Navarra, tanto más teniendo en cuenta que para ello se han
utilizado fuentes documentales de carácter privado y familiar.
Su título: “Mil años de historias de guerreros”. Su autor es Jesús Javier
Corpas Mauleón. Sobra decir quien es su hermano, sobre todo porque
personalmente no me gustan ese tipo vínculos públicos, diseñados, parece, a
infravalorar la personalidad y la identidad de uno. Jesús Javier, un viejo
amigo, tiene entidad suficiente como para ser él mismo, y lo demuestra en este
libro.
Historia familiar
Se suele decir, y además es verdad,
que la historia es algo más que guerras, reyes y castillos; que nuestra
historia, en un porcentaje mayoritario, está forjada –que no liderada- por
ciudadanos anónimos, sencillos, alejados del poder, sin otra ambición que la de
sobrevivir en un medio difícil, que la de trabajar de sol a sol para sacar
adelante a su entorno familiar. Podríamos decir, sin querer generalizar en
exceso, que este tipo de gentes marcan la intrahistoria de un territorio,
mientras que la historia propiamente dicha viene marcada en su trayectoria por
ese otro tipo de personajes, fabricados por la propia sociedad, de “sangre
azul”. Pero esta realidad, la marcada por las llamadas clases populares, no llega
a evitar que detrás de nuestra identidad como reino lo que hay es una historia
militar, una historia de sagas familiares nobiliarias. Y es aquí donde el libro
de Jesús Javier Corpas, profundizando en ello, trata de aportar una visión
diferente, vinculada en este caso a su entorno familiar, como descendiente que
es él de una familia, o de un linaje, en el que la milicia ha sido el pan
nuestro de cada día; y vinculada también, muy especialmente, al ámbito
geográfico de Estella, al menos desde el siglo XIX. Por lo tanto no hay lagunas
en este libro, sino que destaca el autor las épocas y episodios en los que este
clan familiar ha destacado, que no han sido pocos precisamente. El contenido
del libro, 183 páginas, está salpicado de datos y de imágenes inéditas en abundancia,
con las que su autor busca aclarar o clarificar determinados episodios, arrojar
luz sobre otros, o incluso llegar a mostrar otra versión diferente, alejada de
la oficial, siempre tratando de ser fiel al lema dominico “vivir para la verdad”.
Escudo de Mauleón |
He de reconocerle también a este
trabajo un carácter pedagógico importante. Jesús Javier Corpas ha sabido desde
el principio de su trabajo situar los hechos de una manera clara, y desde una
perspectiva amplia que va más allá de lo estrictamente local, que empieza por
exponer las circunstancias, del siglo IX al XI, en las que se extiende por
Europa un clima de inseguridad que es el que hace que los nobles, para proteger
sus posesiones, construyan fortalezas, dando pie al fenómeno del
“encastillamiento”. Dentro de ese fenómeno sitúa él los episodios que se
inician hacia el año 1000 en Aquitania, entre souletinos y bearneses, en los
que el tercer vizconde de Sola, Ramón Guillermo, es apodado “Mauvais León”, o “Malus Leo” (“fiero león” en occitano y en occitano limosín).
Hablamos de la misma época en la que comienzan a crearse los apellidos de la
nobleza en base a sus apodos guerreros. Y es así como la saga de los Mauleón
empieza su andadura, y con ellos la historia familiar que en este libro nos
aporta Jesús Javier Corpas Mauleón.
A partir de ese momento vemos a este
linaje de Ricos Hombres, los Mauleón, en la reconquista de Zaragoza (año 1118);
o alzando su castillo de piedra calcárea (año 1125), que es el actual castillo
de Mauleón, que es el que dio nombre a la villa que creció en su entorno. Y los
vemos en tantos y tantos momentos de la reconquista peleando contra las tropas
musulmanas; y en las cruzadas, en Tierra Santa; y encabezando a las huestes
navarras en Las Navas de Tolosa; y en las batallas de Taillebourg y Saintes
(año 1242); y en la guerra contra Inglaterra. Vemos también a los Mauleón en
posesión de la fortaleza de Rada; y luchando en la contienda civil que enfrenta
a los agramonteses y a los beaumonteses, que tiene como consecuencia en 1455
que Rada sea asaltado y arrasado, siendo desde entonces “el desolado de Rada”.
Volvemos a verles durante la etapa
de la conquista de Navarra luchando en la Barranca, en Noain y en Amaiur
defendiendo la causa de Enrique de Albret; de la misma manera que unos años
antes les hemos visto participando en la toma de Tordesillas, peleando contra
los comuneros.
Despoblado de Rada |
Historia militar
Paralelamente a toda esa historia
familiar, el autor, y desde una perspectiva militar, hace un repaso a linajes,
episodios, acciones de guerra, unidades militares, y todo aquello que de alguna
manera tiene algo que ver en Navarra con el estamento militar. Y llega
prácticamente hasta el momento actual, inclusive etapas tan farragosas como la
última contienda civil de 1936-1939.
No faltan pinceladas biográficas de
personajes militares navarros, o vinculados a Navarra, que son ignoradas por
una mayoría de ciudadanos. Este libro nos recuerda que la Guardia Civil fue
fundada en 1844 por un pamplonés, Francisco Javier Girón y Ezpeleta, Duque de
Ahumada; no en vano hasta los primeros años del siglo XX no existían en Navarra
guardias civiles que no fuesen de aquí. O nos recuerda también este libro que
Luis Goñi Arregui, requeté del Tercio de Lacar, fue un médico especializado en
física, siendo precisamente sus aficiones y sus conocimientos sobre esta última
los que despertaron interés por sus trabajos por parte de dos premios Nobel,
Luis de Broglie, y Heidegger, que mantuvieron con él una estrecha relación. De
la misma manera que expone Corpas sus argumentos que le llevan a defender que
Estella llegó a ser la capital de España en dos ocasiones.
En cualquier caso estamos ante una
buena dosis de historia militar, vinculada principalmente a una saga familiar,
y que afecta a los últimos mil años.
Gran reportaje sobre un buen libro.
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