4 DE OCTUBRE DE 2010

FUENTE DE OLCOZ
APROVECHAMIENTO MÚLTIPLE DEL AGUA

Texto: Fernando Hualde
Fotos: Iñaki Ayerra



El pasado 25 de septiembre los vecinos de Olcoz inauguraban la restauración de la fuente que recoge el agua del manantial de Aranea, todo un conjunto monumental pétreo que permite al aprovechamiento múltiple del agua.

A apenas 20 kilómetros de Pamplona, en dirección a Tafalla, encontramos la localidad de Olcoz, en la comarca de Valdizarbe. Es un pueblo pequeño que, por estar algo apartado de la carretera general, tiene la tendencia a pasar bastante desapercibido a los ojos del forastero.
Sin ninguna duda lo más conocido de esta localidad es su afamada torre medieval –antiguo palacio de cabo de armería- que, aunque bien conservada, va pidiendo ya una oportuna intervención que le devuelva, sobre todo en su interior, la dignidad que tuvo siglos atrás, en tiempos de Arnaut de Ozta, de los Baquedano, o del marqués de Fuerte Gollano, que también era Baquedano.
Otra joya de Olcoz es su iglesia de San Miguel, originariamente románica, pero rehecha en el siglo XVII. A pesar de las reformas y transformaciones sigue siendo un conjunto monumental bello, y los amantes del románico todavía podemos encontrar en esta iglesia vestigios del templo original, unos vestigios que tienen importantes semejanzas con Eunate, a tan sólo 7 kilómetros de distancia.



Manantial de Aranea

Pero en Olcoz, y esto sí que pasaba totalmente desapercibido, había un elemento arquitectónico, contemporáneo de la antigua iglesia románica, también románico, que desde hace unos días se nos vuelve a mostrar en todo su esplendor. Me estoy refiriendo a la fuente, al manantial de Aranea, con un caudal medio de 0’95 litros por segundo.
Estamos ante un conjunto arquitectónico diseñado siglos atrás, en el XII, para el aprovechamiento múltiple del agua. Fuente, abrevadero y lavadero, todo en uno; con su correspondiente aljibe. Encontramos en Navarra varios casos similares: Leache, Badostain, Eransus… por poner tan sólo algunos ejemplos. Todo un alarde de habilidad a la hora de aprovechar el agua. Lo vemos claro en este manantial de Aranea, en donde el agua de este barranco pasa de un compartimento a otro gracias a las diferentes alturas de cada uno de ellos; estos cambios de nivel son los que permiten recoger el agua en un aljibe, sacarla a una fuente, de esta al abrevadero para aprovechamiento del ganado, de este al lavadero en donde las mujeres lavaban y aclaraban la ropa, y de allí volvía el agua al río Robo. Bastaría con analizar un poco todo este hábil aprovechamiento para llegar a la rápida conclusión de que este conjunto monumental habría sido, sin duda, durante siglos, el centro neurálgico del pueblo.
Sabemos que la fuente que hoy vemos data del siglo XII (excepto el cierre y la cubierta actual del lavadero, que pueden ser del XVIII), pero todo parece indicar que aquellas gentes de entonces, lo que hicieron fue rehacer un conjunto ya existente que, como en otros lugares de nuestra tierra, nos llevarían a remontarnos a la época de los romanos.



Descripción

Desde que el agua entra a este conjunto monumental, hasta que sale del mismo, hace un recorrido perfectamente diseñado. Toda una obra de ingeniería que merece ser desglosada.
El manantial de Aranea está alojado dentro del aljibe pétreo, brota de una de las losas del suelo. Este está cubierto por una bóveda corrida y apuntada, con una pequeña ventana –tipo saetera- en la pared que lo cierra por detrás. El agua alcanza dentro del aljibe los dos metros de altura; a esa altura, precisamente, se encuentra el primer aliviadero, que es el que da salida al agua hacia el canal. Para momento de mayor cauce en los que este aliviadero no pueda dar abasto, hay otros aliviaderos a alturas superiores.
De aljibe el agua pasa al canal, que sirve como decantador natural antes de que el agua salga por los dos caños del abrevadero, y que en otro tiempo sirvió para canalizar el agua empleada en regadío, o simplemente para dar salida al agua cuando había exceso de caudal, evitando así el incómodo encharcamiento del entorno de la fuente.
En el abrevadero saciaba su sed el ganado; y en el lado opuesto a los caños un aliviadero permitía llenar el lavadero, de planta cuadrada, con la inclinación adecuada en todo su perímetro para que las mujeres pudiesen frotar la ropa dejando que el agua se escurriese hacia el interior.
Lavaderos hay muchos en Navarra, pero este de Olcoz tiene un elemento que le hace único, y a ese elemento se le conoce popularmente con el nombre de “María Paula”; me estoy refiriendo a la piedra cilíndrica que hay en el centro de la poza, que lanza caprichosamente unos chorros de agua por la boca y por los laterales. ¿Qué no habrá visto y oído María Paula durante tantos siglos?.



Restauración

La llegada del agua corriente a las casas, la disminución de la cabaña ganadera, o la irrupción en los hogares de las lavadoras automáticas, acabaron por arrinconar en el olvido a la vieja fuente de Olcoz. Su aljibe quedó prácticamente oculto por la maleza.
Fue hace dos años, durante las fiestas de San Miguel de 2008, cuando Jesús Zulet Izura, oriundo de Olcoz y buen dibujante, propuso al concejo la idea de recuperar la fuente del manantial de Aranea. Tras la sorpresa inicial, y aún conscientes de las dificultades económicas que esta iniciativa suponía para un concejo como el de Olcoz, el pleno de este concejo respaldó la idea, hizo suyo el proyecto, y se puso a trabajar para que se convirtiese en realidad. Cuestión de ponerle empeño. Y merecía la pena.
Después de no pocas gestiones, en el año 2009 se adjudicó la redacción del proyecto de restauración, y la dirección de la obra, al arquitecto pamplonés Guillermo de la Peña Barrio; a la vez que se adjudicaba la ejecución de la obra a la empresa Construcciones Urricelqui S.L., del vecino pueblo de Añorbe, condicionando esta adjudicación a que la obra estuviese finalizada en septiembre de 2010, como así ha sido.
La ejecución de las obras, y los honorarios del proyecto, han supuesto una inversión de 62.362’66 euros. Conste aquí, para la historia de esta fuente, que el 44% de este dinero ha sido financiado a través del Programa Eje 4 Leader de desarrollo rural, que gestiona el Grupo de Acción Local del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media; a su vez, el 36% se ha obtenido a través del programa “tú eliges, tú decides” de la Fundación Caja Navarra; y el 20% restante ha salido de las arcas del Concejo de Olcoz.
Así pues, con los plazos cumplidos, dos años después de que se plantease la idea de su restauración, y dentro del mismo marco de las fiestas de San Miguel, el pasado día 25 de septiembre se inauguraba esta obra de recuperación patrimonial.
Estamos ante todo un homenaje a decenas de generaciones que allí bebieron, que allí lavaron, que allí acudieron con el ganado y con las caballerías, que allí charlaron, y se enamoraron, y rieron, y pasaron frío, y calor, y…
El manantial de Aranea vuelve a ser en su aspecto monumental el que fue. Es de justicia felicitar públicamente a quienes con su trabajo, sus ideas, o su dinero, han hecho posible que esta iniciativa llegase a buen puerto. Buen trabajo. Y a por la torre.

2 comentarios:

  1. Faustino Calderón9 de octubre de 2010, 3:42

    Otro magnifico homenaje a las fuentes y van...
    Lugar indispensable en la vida de las poblaciones antaño, y más todavia si estaba acompañada de abrevadero y lavadero. Punto de encuentro de hombres y mujeres, lugar idoneo para contarse las ultimas novedades que hubiera en el acontecer diario del pueblo. Citas clandestinas de enamorados, incluso algunas reuniones concejiles se hicieron junto a la fuente en poblaciones de reducido tamaño,
    Un gran acierto la restauración de esta fuente porque se la ve que tiene que ser de una gran belleza.
    Buen trabajo Fernando.

    Saludos.

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  2. Que pena, cuando pasé no la vi, pero volveré

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