25 DE AGOSTO DE 2008

OSOS EN EL VALLE DE RONCAL
NERÉ ES EL ÚLTIMO INQUILINO

Texto: Fernando Hualde



            Un nuevo oso pardo, de nombre Neré, habita en los montes del valle de Roncal desde hace unos meses. Es pronto para decir que puede ser el relevo de Camille, pero al menos vamos a conocer hoy, a través de este reportaje, quien es Neré y de donde ha salido.

Los técnicos del Gobierno de Navarra acaban de confirmar, no de forma oficial sino a través de un medio de comunicación escrito de ámbito provincial, que un nuevo ejemplar de oso pardo se viene moviendo en los últimos meses por el valle de Roncal habiendo ocupado una parte importante del área de presencia ocasional de Camille, y una parte más pequeña de su área de presencia habitual. Se trata de un ejemplar, de padres eslovenos, pero nacido en el Pirineo, al que se le conoce con el nombre de Neré. Hace tan sólo unas semanas confirmaron ya su presencia, desde el departamento de Medio Ambiente, a algunos de los ganaderos roncaleses que habitualmente se han visto afectados en los últimos años por la presencia de Camille. Dicen ahora los técnicos que la presencia de Neré se detectó el pasado 23 de junio en el paraje izabar de Maze.
Por otro lado, el pasado mes de abril hubo un encuentro semifortuito de varios guardas con un ejemplar de oso pardo dentro del término municipal de Garde. El departamento de Medio Ambiente atribuyó a Camille la identidad de ese oso, incluso facilitó a los medios de comunicación una fotografía de este ejemplar, supuestamente sacada en esos primeros días de abril, en la que se le veía aquejado de una enfermedad en su piel que podría ser sarna.
Algunos cuestionamos entonces, y de forma pública, la veracidad de esa información, y lo hicimos con argumentos, sin creernos que en un mismo punto, y en unas mismas fechas, unos encontrásemos unas huellas de un tamaño y otros de otro tamaño; en mi caso concreto mostré el convencimiento de que aquél oso que se vio no era Camille sino Neré; como digo, el tamaño de las huellas encontradas esos mismos días en ese mismo paraje estaban muy lejos de ser las de Camille, y los testimonios visuales tampoco coincidían con la versión oficial. Ante esto los técnicos debieran de haber hecho públicos los análisis de los indicios ursinos recogidos en el lugar del encuentro, y sin embargo sólo ha habido silencio.
Y no voy a entrar ahora en lanzar hipótesis sobre las causas de ese silencio, ni mucho menos voy a entrar en la forma “no oficial” de dosificar periódicamente determinadas informaciones sobre Camille, pues ya están los medios de comunicación para defenderse. A cambio, y esto le puede interesar más al lector, vamos a presentar a este nuevo oso que ahora, al menos de momento, se ha asentado en una parte del término municipal de Isaba.


De padres eslovenos

Recordarán ustedes que en 1996 se reforzó la población pirenaica de osos pardos con la introducción en el Pirineo Central francés, concretamente en el municipio de Melles, de dos osas que procedían de Eslovenia. Una de ellas se llamaba Ziva y la otra Melba. Ambas habían quedado fecundadas antes de viajar hacia el Pirineo.
Melba, nacida en 1991, tuvo ese invierno, ya año 1997, tres oseznos: Medved (macho), Boutxi (macho), y Caramelles (hembra). El primero de ellos falleció por debilidad a primeros del mes de julio de ese año 1997. Ese mismo año, el 27 de septiembre, un cazador abatía mortalmente a Melba.
Ziva, nacida en 1990, alumbró también a principios de 1997, en el valle de Arán, a dos oseznos: Kouki (macho) y Neré (macho). Curiosamente Kouki, lejos de hacer vida con su hermano Neré, la hizo con Boutxi, llegándose a verles juntos en varias ocasiones.
La otra curiosidad de estas dos camadas que hubo ese año en el Pirineo, es que en ambas se produjo un caso de multipaternidad. Era la primera vez que esto se demostraba en un Ursus arctos. Me explico; de los tres oseznos que tuvo Melba dos de ellos (Boutxi y Caramelles) eran hijos de un macho llamado Pyros, mientras que el tercero (Medved) era hijo de un macho diferente. Así mismo con Ziva había pasado exactamente lo mismo: Neré era hijo de Pyros, mientras que Kouki era hijo de otro macho diferente.
Así pues, podemos decir que Neré nace a principios de 1997 en el valle de Aran, siendo hijo de Ziva y de Pyros. Otro hecho curioso es que Pyros, nacido en 1988, el mismo que en Eslovenia fecundó a Ziva y a Melba, fue el ejemplar macho que desde aquél país del este trajo el gobierno francés en 1997 para dar continuidad a su política de reforzamiento de la población osera en el Pirineo.


Hacia occidente

Aquél año de 1997, que es cuando nace Neré, la población de osos en el Pirineo estaba de la siguiente manera: en el Pirineo Occidental había cuatro osos machos y una osa, todos ellos autóctonos. Los cuatro osos machos eran Papillón (nacido en 1980), Camille (nacido en 1984), Pyren (nacido en 1995, hijo de Cannelle y de Papillón), y Chocolat (se desconoce su año de nacimiento, aunque se intuye que pudo nacer en 1991 de una hembra no identificada). La hembra era Cannelle (nacida en 1989 y asesinada por un cazador el 1 de noviembre de 2004). Ese mismo año de 1997 se encontró el cadáver de otra osa, Claude, abatida y enterrada en 1994).
Simultáneamente en el Pirineo Central la población de osos se reducía a Ziva (hembra eslovena, nacida en 1990), Melba (hembra eslovena, nacida en 1991 y fallecida ese mismo año), y Pyros (macho, introducido ese año, nacido en 1988).
Y es así como ese año 1997 la población osera del Pirineo Central se ve incrementada con cinco nuevos oseznos (uno de ellos fallecido pocos meses después), entre los que se encontraba Neré. En el Pirineo Occidental no hubo ningún nacimiento. La única novedad en este núcleo es que Camille trasladó ese año su residencia al valle de Roncal.
Neré fue capturado el 10 de abril de 1998 cuando se intentaba equipar a Ziva con un transmisor. Fue en mayo del año 2001 cuando se pudo comprobar que se había desplazado hasta el Bearn. Era el primer caso en el que un oso esloveno entraba en contacto con la población osera del núcleo occidental, es decir, con la población autóctona.
En el año 2002 este nuevo ejemplar llegó a desplazar a Papillón, que en esta parte del Pirineo ejercía el papel de macho dominante; lo cual a su vez nos permite hacernos una idea del carácter dominante de este ejemplar. De hecho en los años 2003 y 2004 se apuntó la hipótesis de que Camille no había podido acercarse a la hembra Cannelle, después de haberse desplazado hasta allí, porque Neré no le había consentido acercarse a ella. En 2003 fue el propio Neré quien fecundó a Cannelle, naciendo en 2004 un osezno, Canelito, hijo de ambos, que era quien acompañaba a la madre cuando un cazador segaba su vida en Urdos aquél fatídico 1 de noviembre de 2004. Ese mismo año, unos meses antes, la casualidad quiso que también falleciese Papillón; quedando desde entonces la población autóctona de osos reducida a dos ejemplares; Camille y Aspe Oeste, nacido este último en 1998.
En junio de 2003 fue fotografiado en la Selva de Oza (Echo-Huesca) gracias a un sistema de cinco cámaras dotadas de infrarrojos y dispositivo automático que la Red Oso Pardo instaló en los valles oscenses de Echo y de Ansó. Era la primera vez que se conseguía fotografiar a un oso pardo en libertad en el Pirineo aragonés. La fotografía permitió averiguar que Neré tenía una altura de 193 centímetros y que pesaba 230 kilos.
En los años 2006 y 2007 se pudo comprobar que Neré se movía en una amplia zona, quedando el valle de Roncal, concretamente el término de Garde, en el límite de su área. No llegaba a entrar al valle.
No hay que olvidar que los osos son animales territoriales. Cada uno de ellos ocupa un espacio de aproximadamente unas 15.000 hectáreas. En el caso de Neré se ha comprobado que es capaz de no respetar ese espacio de otros machos, ya lo hizo con Papillón, y es algo que bien pudiera estar haciendo ahora si diésemos por buena la información de que Camille es el autor de los últimos ataques. Como tampoco hay que olvidar que Aspe Oeste también hace incursiones esporádicas en territorio roncalés, como ha llegado a suceder este mismo año.


Hábitat idóneo

Obsérvese también que cuando se habla de osos y se les asigna un nombre –esto todavía se puede hacer en el Pirineo por ser una población muy reducida-, nadie podemos sentar cátedra. No sería la primera vez que se ha comprobado que a un mismo oso se le habían asignado dos identidades diferentes; de la misma manera que cuando decimos que en el Pirineo Occidental tenemos cuatro osos, para nosotros es una cifra bastante probable, pero podría haber más, sobre todo si tenemos en cuenta que de las camadas de estos últimos años hay ya oseznos cuya ubicación se desconoce, y otros deambulan de forma errática buscando su espacio. ¿Y quien es capaz de demostrar que en el Pirineo catalán el oso fue estos años de atrás una especie extinguida?.
Uno cosa que ha quedado muy clara es que el valle de Roncal tiene un hábitat perfecto para el desarrollo de la vida del oso. Estamos ante un ecosistema que lo reúne todo: bosque, pastos, roquedo, río, amplias zonas con escasa presencia humana, vegetación variada, amplios recursos alimenticios estacionales, etc. Después de la querencia que hacia este valle mostró Camille en 1997, el desplazamiento hasta aquí de Neré, las visitas esporádicas de Aspe Oeste, y la política de reforzamiento que se está aplicando en el Pirineo Central, todo invita a pensar ahora que la presencia de osos en el Roncal puede ser duradera. A lo mejor ya no se trata de ir “parcheando” hasta que se muera Camille; sino que se trata de establecer un plan de convivencia con estos animales, un plan que pase por unas buenas ayudas a los ganaderos y a los pastores, un plan en el que las compensaciones hagan llevaderas las prohibiciones, un plan con menos candados y con más transparencia. Un plan, en definitiva, que entienda que el hombre y el oso deben de seguir en su hábitat pirenaico, y juntos, como lo han venido haciendo desde hace unos milenios.


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